Algunos físicos, afirman que el tiempo como fenómeno solo es palpable por el ser humano cuando percibimos un cambio. Son los cambios, dentro de una rutina repetitiva lo que nos hacen percibir el paso del tiempo, y también recordar un instante y memorizarlo. Si siempre estuviéramos repitiendo la misma cosa a la misma hora exacta, no seríamos conscientes del paso del tiempo o éste no nos aportaría nada. Es la inexatitud de lo humano, la imperfección, lo que nos hace que nos salvemos de ser máquinas. Y por tanto tengamos memoria, y vida en cada pequeño instante que hace diferente este día del dia anterior.

 

Esta videonstalación está presidida por una gran reloj dentro del cual se ve a  una mujer que da vueltas y vueltas hasta que cae mareada al suelo, se levanta y vuelve a repetir el proceso. Es una videoinstalación en loop, donde los brazos de la performer simulan las agujas del reloj. Esta imperfección en el ritmo circular, y dificultad para mantener el centro es lo que pretendo resaltar.

 

Esta pieza inspirada en la obra “Danza para una mujer”, de Ulrike Rosenbarch.

PROJECT INFO

Proyecto: Cuerpo al tiempo

Año de creación:2015

RELOJ

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© 2019 María Cerón